jueves, 30 de agosto de 2012

El "Robot"

Y así como una madre da a luz con dolor y trae una vida, así mismo el dolor es quien se encarga de llevarse la luz madre que le da el impulso de vida a cada uno de nosotros.

Hoy después de días agitados y diferentes, pensando camino a casa y aquejado por el mayor de los males, el cual me persigue hace algún tiempo, del cual  la razón no conoce más remedio que la impotencia de un ojo que no tiene manos, evidencie la quietud de nuestro dolor, en la esencia humana, el grito desesperado, el llanto que emerge ahora de mis ojos, el frió hielo que también quema, la más patente evidencia de que no somos solo un soma, o no somos solo un alma. Se vino a mi cabeza este mundo pensado y articulado, y lo que más genera en nosotros, este olvido del hombre, que aunque pretendamos salir de él, se hace presente sin estarlo, me explico, la privación, es el momento en que el miedo se hace ser entre nosotros, y nos despoja de racionalidad dejando una especie de demonio que se come los libros de tu cabeza y deja en vez de ellos fantasmas.
¿Flores?, eso recordé mientras pensaba triste camino a casa, e hice la siguiente conexión.
Amo las flores, y amo su olor, sin embargo, su perfume no embelesa si no hasta que comprendes que su color es atractivo y que, en su realidad toda, o su naturaleza, no hay veneno, sin embargo, algunos seres, en los cuales me incluyo, que atraídos por el aroma, nos dejamos hipnotizar bajo la danza del dolor, el miedo, con perfume de flor, es entonces que, presa de nosotros mismos, damos cabida a la suspicacia, y a los seres privativos, que engendran el dolor, ¿ tendré que pasar de la quietud del perfume a probar si es o no veneno, o simplemente mirar la flor esperando un final incierto? la respuesta parece obvia, y creo que cada vez que alguien se hace esta pregunta, ya sabe lo que debe hacer "es deber, es menester" etc, sin embargo, el deber se vuelve egoísmo en este caso, y es ahí donde por el amor a perjudicar la belleza de una flor, de esa flor, es preferible mirarla y morir en su perfume.
¿ Es acaso el espacio entre dos galaxias la nada ? 
Eso creen muchos, pero como diríamos otros, es preferible girar en la eterna gravedad que destruir una estrella que puedes ayudar a brillar.
Finalmente, recordé un verso de un  tema que ilustra de buena manera estas condiciones.

"Ya el cielo y sus estrellas se quedaron mudos lejanos y muertos a tu mente ajena"
Eduardo Gatti - Los momentos

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