viernes, 31 de agosto de 2012

Una Plaza en la Ciudad y las Hormigas

Estructuras a priori de la sensibilidad, conceptos puros, kantismos y alemanes, simplemente una locura, eso fue la clase de hoy, de la cual salí un poco agotado, sin embargo, luego... camine.

Caminando hacia el centro, con mi habitual velocidad, indiferente del ritmo ajetreado del común de los "plebeyos" enfile rumbo al centro de la ciudad del gran concepción, fue entonces que pensando temáticas tan abstractas como las de la "Kritik der Reinen Vernunft" fui observador de un letrero en la calle Paicavi, el cual decía " Fabricamos sus ideas", eso me hizo reír, y también pensar.

La plaza de una ciudad, centro de esparcimiento, de choques etarios en el corazón de una urbe donde se disponen personas de todo tipo a tomar un "tiempo" para luego perderse entre las infinitas callejuelas en re-modelacion o simplemente destruidas. Es entonces que entre el montón de hormigas, me salgo del rió de personas, contra la marea, observo un puesto de libros, diferentes son las obras.
Una plaza y un helado, miles de personas y que decir de las palomas, un tiempo, para luego continuar cargando hojas al hormiguero de la vida, ¿nos fabrican las ideas ? ¿las fabricamos nosotros? ¿descubrimos ideas?.
La plaza de la ciudad, centro de reunión, punto "neuralgico", corazón más que cerebro, pero mas razón que sentimiento, es lugar de muchos de nuestros pensamientos más centrados y de también nuestros pensamientos mas Nietzschianos, fue la plaza de la ciudad la que me vio tomar un tiempo, y reflexionar.

La plaza en la Ciudad.

Así como la plaza es el centro, el corazón lo es en el hombre, sin embargo, el hombre posee dos plazas, una de razón y una de emoción, ambas en el sentido amplio y convergente.
Dominados absolutamente por la apariencia de un inmenso hormiguero, caminamos raudos a completar la cuota de trabajo para que la reina pueda parir mas hormiguitas, sin embargo, un ave espera ansiosa comer a los pequeños, a los débiles, y así también, a los tontos.

Los dos Hormigueros.

En el hormiguero del alma superior, hormigas pequeñas me dicen que no bajemos, pues conocemos las hojas (las ideas) y conocemos como se producen (sus causas) no hay de que sorprenderse.
El otro hormiguero, explorando, encuentra en la investigación quizás más hojas, pero de sabores diferentes, la emoción mueve, la voluntad de dominio es superior.
Ambas construyen a su manera, ¿fabrican o construyen?, eso venia pensando, no tan triste como ayer.
Los dos hormigueros, las ideas construidas, los fabricadores y las aves esperando, cual de ellos somos se preguntaran, me pregunto lo mismo, después observar un puesto de libros modesto frente a una mole enorme de cemento llamada "Mall del centro", creo saber que no somos ni hormigas ni aves, ni ideas ni fabricadores, y ese es el problema, de los dos hormigueros, salen hormigas es verdad, pero hablan idiomas diferentes, y no saben si juntarse en el centro de la ciudad, o en la ciudad del centro.

Pero... ¿Quien soy yo? , pues algunos me dirán, eres solo una hormiga, y si dices ¿Eso soy? creerás o en el mejor de los casos dudaras y  seras comido por el ave.

jueves, 30 de agosto de 2012

El "Robot"

Y así como una madre da a luz con dolor y trae una vida, así mismo el dolor es quien se encarga de llevarse la luz madre que le da el impulso de vida a cada uno de nosotros.

Hoy después de días agitados y diferentes, pensando camino a casa y aquejado por el mayor de los males, el cual me persigue hace algún tiempo, del cual  la razón no conoce más remedio que la impotencia de un ojo que no tiene manos, evidencie la quietud de nuestro dolor, en la esencia humana, el grito desesperado, el llanto que emerge ahora de mis ojos, el frió hielo que también quema, la más patente evidencia de que no somos solo un soma, o no somos solo un alma. Se vino a mi cabeza este mundo pensado y articulado, y lo que más genera en nosotros, este olvido del hombre, que aunque pretendamos salir de él, se hace presente sin estarlo, me explico, la privación, es el momento en que el miedo se hace ser entre nosotros, y nos despoja de racionalidad dejando una especie de demonio que se come los libros de tu cabeza y deja en vez de ellos fantasmas.
¿Flores?, eso recordé mientras pensaba triste camino a casa, e hice la siguiente conexión.
Amo las flores, y amo su olor, sin embargo, su perfume no embelesa si no hasta que comprendes que su color es atractivo y que, en su realidad toda, o su naturaleza, no hay veneno, sin embargo, algunos seres, en los cuales me incluyo, que atraídos por el aroma, nos dejamos hipnotizar bajo la danza del dolor, el miedo, con perfume de flor, es entonces que, presa de nosotros mismos, damos cabida a la suspicacia, y a los seres privativos, que engendran el dolor, ¿ tendré que pasar de la quietud del perfume a probar si es o no veneno, o simplemente mirar la flor esperando un final incierto? la respuesta parece obvia, y creo que cada vez que alguien se hace esta pregunta, ya sabe lo que debe hacer "es deber, es menester" etc, sin embargo, el deber se vuelve egoísmo en este caso, y es ahí donde por el amor a perjudicar la belleza de una flor, de esa flor, es preferible mirarla y morir en su perfume.
¿ Es acaso el espacio entre dos galaxias la nada ? 
Eso creen muchos, pero como diríamos otros, es preferible girar en la eterna gravedad que destruir una estrella que puedes ayudar a brillar.
Finalmente, recordé un verso de un  tema que ilustra de buena manera estas condiciones.

"Ya el cielo y sus estrellas se quedaron mudos lejanos y muertos a tu mente ajena"
Eduardo Gatti - Los momentos

lunes, 20 de agosto de 2012

Un día caminando

Un poco apesumbrado, caminaba por un puente que me dirigía a un bus, lo tome, sin ánimos y un poco cansado converse muy poco, meditativo, un poco triste y tal vez melancólico hice parar el bus y enfile rumbo a mi hogar.
atravesé  la calle con el semáforo en verde, una niña con braquets verdes miraba su celular y sin darse cuenta solo cruzo la calle, no venían buses, pero pudieron haber pasado, seguí caminando, llegando a la esquina enormes maquinas esperaban el turno de avanzar y nos impedían el paso a los peatones simplemente me detuve, quise respirar, y el humo me hizo toser. Caminando nuevamente, fui espectador de una horripilante escena, un perro muerto hace días era devorado por otro de sus similares, al borde de la linea, el perro que tiene una casa de plástico y cartones que arregle hace unos días yace muerto y comido por otro, simplemente estremecedor, un hombre me miro pues me detuve en medio del camino, apurado tal vez y con el ceño fruncido, avanzo encolerizado en búsqueda de tal vez la respuesta que no tendrá jamas.
Luego de avanzar un poco, vi muchas personas reunidas esperando un colectivo, decidí entonces que por mi estado de animo y por las cosas que tenia que pensar caminaría, y eso hice, enfile el rumbo a mi hogar, no sin antes observar al mundo al paso de tortuga y con el ojo de un águila de presa.
Por las polvorientas veredas, y aquejado por el humo de las estufas a leña, me cruze con un caballero de avanzada edad el cual, así como a toda la gente, mire directo a los ojos, me esquivo la mirada quizás escondiendo algo, luego su bastón adelantándose a los hechos le impuso el camino, el contrario al mio, vi también y luego de pasar al caballero arboles pintados de verde, donde la vida se esparcía como un cáncer sobre su moribunda piel, cortados sus brazos que claman al cielo, el árbol sufre la mas triste de las muertes, seco, frió y sin agua, yace cortado por nosotros pues nos da envidia que busque el cielo.
Después de detenerme en aquella visión, vi a cuatro personas en un negocio que bien conocemos, es el mismo donde para el terremoto vendían huevos a quinientos pesos, horrible visión tuve, y el cielo fue mas gris sobre sus cabezas, mas mi gorro me dejo escapar de la negra nube que caía sobre sus espaldas, camine raudamente por el camino de los sauces, un hombre entonces se cambiaba ropa, extraño suceso, con cara de miedo miraba, asustado, sin emitir palabra alguna cambiaba su ropa por la de una bolsa, sin mas que agregar me fui, y el camino se hacia mas claro, mis sauces lloraban y los pase, decidí el día de hoy ir por otro lado, cambiar de rumbo.
Tomando la nueva ruta, mire un bache el cual pasaban todos los autos, un agujero con agua, me decía que la lluvia vendría nuevamente a tapar heridas de la calle, sin mas que observar entre por un pasaje y un auto estuvo apunto de atropellarme sin expresión en mi cara mire el auto y la persona vociferaba como si la culpa fuera mía, quizás viendo en mi a sus propios demonios, que decepción.
Cerca de mi casa y pasando por un negocio un gato me miro fijamente y le devolví la mirada tierna mente, su cara se suavizo y dejo de verme como un problema, sin embargo un perro me ladraba estresado pues siempre que paso es prisionero de sus mal llamados "amos" en la cárcel de rejas.
entrando a mi pasaje y aun con el humo intoxicando las calles, sentí que algo cambiaba, abrí la puerta, el helado metal me recordó que no hacia frió, y la cara de mi madre, la cara de mi hermana y sobrina, terminaron por alegrar un día melancólico y triste, debería haber pensado, para eso comencé a caminar, sin embargo, aun estoy pensando.

¿Somos fenómenos?, ¿sabes que somos una cosa que piensa, que duda, que siente? 
creo que debemos saber que sabemos.

sábado, 11 de agosto de 2012

El Canto

Cantaran las victorias de sus hazañas por años
algunos vivirán vidas recordando su pasado
morirán algunos intentando imitarlo
y otros solo admiraran pensando

Seremos niños, jóvenes y hombres canos
ejemplos de vida y de un eterno camino abandonado
te miraremos a los ojos desde  sauces olvidados
y miraremos el ocaso con los mismos entintados

Color morado de golpes y cristalizado quebrado
dos bóvedas con miedo purpura y con azul ensimismado
tendremos vida dirá el dolor encausando su llanto
mas gritara feliz tu cielo por no haberse convertido en un diablo

La vida diremos es imitar el canto
somos aves pequeñas en un cielo estrellado
volamos de noche y admiramos al rey astro
bajo sus luces descansamos y cantamos.

Finalmente y después de que hemos volado
una vida se nos pasara en el atardecer mirando 
el olor a flores tiernas o un marchito ramo
sera del punto de vista de donde te encuentres, descansando.