Estructuras a priori de la sensibilidad, conceptos puros, kantismos y alemanes, simplemente una locura, eso fue la clase de hoy, de la cual salí un poco agotado, sin embargo, luego... camine.
Caminando hacia el centro, con mi habitual velocidad, indiferente del ritmo ajetreado del común de los "plebeyos" enfile rumbo al centro de la ciudad del gran concepción, fue entonces que pensando temáticas tan abstractas como las de la "Kritik der Reinen Vernunft" fui observador de un letrero en la calle Paicavi, el cual decía " Fabricamos sus ideas", eso me hizo reír, y también pensar.
La plaza de una ciudad, centro de esparcimiento, de choques etarios en el corazón de una urbe donde se disponen personas de todo tipo a tomar un "tiempo" para luego perderse entre las infinitas callejuelas en re-modelacion o simplemente destruidas. Es entonces que entre el montón de hormigas, me salgo del rió de personas, contra la marea, observo un puesto de libros, diferentes son las obras.
Una plaza y un helado, miles de personas y que decir de las palomas, un tiempo, para luego continuar cargando hojas al hormiguero de la vida, ¿nos fabrican las ideas ? ¿las fabricamos nosotros? ¿descubrimos ideas?.
La plaza de la ciudad, centro de reunión, punto "neuralgico", corazón más que cerebro, pero mas razón que sentimiento, es lugar de muchos de nuestros pensamientos más centrados y de también nuestros pensamientos mas Nietzschianos, fue la plaza de la ciudad la que me vio tomar un tiempo, y reflexionar.
La plaza en la Ciudad.
Así como la plaza es el centro, el corazón lo es en el hombre, sin embargo, el hombre posee dos plazas, una de razón y una de emoción, ambas en el sentido amplio y convergente.
Dominados absolutamente por la apariencia de un inmenso hormiguero, caminamos raudos a completar la cuota de trabajo para que la reina pueda parir mas hormiguitas, sin embargo, un ave espera ansiosa comer a los pequeños, a los débiles, y así también, a los tontos.
Los dos Hormigueros.
En el hormiguero del alma superior, hormigas pequeñas me dicen que no bajemos, pues conocemos las hojas (las ideas) y conocemos como se producen (sus causas) no hay de que sorprenderse.
El otro hormiguero, explorando, encuentra en la investigación quizás más hojas, pero de sabores diferentes, la emoción mueve, la voluntad de dominio es superior.
Ambas construyen a su manera, ¿fabrican o construyen?, eso venia pensando, no tan triste como ayer.
Los dos hormigueros, las ideas construidas, los fabricadores y las aves esperando, cual de ellos somos se preguntaran, me pregunto lo mismo, después observar un puesto de libros modesto frente a una mole enorme de cemento llamada "Mall del centro", creo saber que no somos ni hormigas ni aves, ni ideas ni fabricadores, y ese es el problema, de los dos hormigueros, salen hormigas es verdad, pero hablan idiomas diferentes, y no saben si juntarse en el centro de la ciudad, o en la ciudad del centro.
Pero... ¿Quien soy yo? , pues algunos me dirán, eres solo una hormiga, y si dices ¿Eso soy? creerás o en el mejor de los casos dudaras y seras comido por el ave.
Pero... ¿Quien soy yo? , pues algunos me dirán, eres solo una hormiga, y si dices ¿Eso soy? creerás o en el mejor de los casos dudaras y seras comido por el ave.