lunes, 30 de abril de 2012

Dualidad

En nuestras mentes, marcado a fuego, se encuentra un precepto platónico, la "Dualidad".


He pasado de ser un cuerpo y un alma, a ser un alma y un cuerpo, he aprendido a mirar en mis ojos y observar en los esteros, el agua fluyendo y corriendo de mis cristales claros, a un profundo mar de diamantes cristalizados, fuego ! decían algunos, mis miedos corrieron, se escondieron en el cuerpo, dejandole paso a los anhelos, viven en un alma, esa que salio de un cuento, a elegir un camino, el más difícil, el más cierto.
Dos colores en una misma elección, ojos rojos, ojos claros, ojos sin color, he decidido las espinas de una rosa antes que uno de los tantos claveles, porque he visto a la rosa perfecta y a los claveles, bueno, ser claveles, la duda inunda el alma en el cuerpo, la probabilidad de tocar la espina de la rosa da miedo, el que mira se equivoca, el que observa mira de nuevo, el que ve el fuego lo apaga, y deja la tierra fértil de nuevo.
He visto el cambio, he visto el eterno devenir, he sentido en ella la rosa, el cambio y el miedo por no elegirla, por verla "hostil", ¿seremos tan grandes para enterrarnos una espina o tan pequeños para no gritar en eterna agonía?, tal vez solo somos miedoso, ocultos tras colores o tras falsos ojos, caras de muñeca sin expresión en tu mente bambolean, diciendo que debes dormir y no preguntar "tanta tontera".
El camino más difícil no es el mas bello, eso dirían los que viven en su cuerpo, pero si sales con tu alma veras en lo difícil algo más que lo adverso, no puedo si no ver en la simplicidad de todo algo abstracto, pues he visto la complejidad del mundo, he visto los fuegos humanos, he visto con ojos transparentes un camino muy demarcado, he visto con ojos claros, un fuego rojo de rosas, un alma y la dualidad amado u odiado.

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