Eso pensé un día cuando necesitaba el papel para el objeto que quería, trabaje, vendí cosas, sacrifique muchas otras, junte el dinero y fui donde el vendedor de tan preciado objeto, al mirar me dijo tienes el dinero para el bien que apeteces, dije lo junte con sacrificio, con dolor, espero esto valga este "presente".
Obtuve aquel preciado y deseado "objeto", el sacrificio valía cada segundo, ese mismo a su vez valia eternamente un pequeño minuto, horas, días y años, observando, cambiando, los dos, transformandonos, objeto de felicidad, mutuo, no creo haber sacrificado tanto, afortunado de tener aquel objeto por todos deseado.
Sesenta años mas tarde y con ochenta y dos años presentes, descubrí que a mis veinte, había encontrado el fin de una vida en todos los ámbitos equivalente, sentado en mi casa, solo y con la muerte muy presente, pensaba que la perfección que deseaba en el bien, era conmutativa y perfecta totalmente, esa perfección adquirida, fue no solo mía, fue de los dos, hoy estoy solo, pero feliz, por haberte tenido, pero... seguiré mi vida.
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