En un lugar que nadie jamás ha definido,
entre la bruma de la ambiguedad se esconde.
Vive oculto, sus ojos escarban el exterior y miran su hogar.
Tras sus ojos, escondido,
acecha al mundo y está agazapado... el todo es inminente.
Qué más, él está apunto de saltar, de vivir, de hacerse realidad,
y su corazón - presa de si mismo -se refugia en el anhelo.
Un silencio recorre ese instante....
No hay nada más...
El verrtiginoso solipsismo lo inunda todo, la luz al final,
y el pensamiento se hace acción devorándolo todo.
En ese momento el verbo dejó sus umbrales y pasó al ser... conjugado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario