miércoles, 30 de enero de 2013

Mi amada y odiada niebla

Y surqué las aguas con sombrero polvoriento, una especie de de bote me llevaba a algún lugar, y sobre el lago, niebla inexorable, sobre mí y sobre ti quizás.
Aguas de dos mundos, niebla de mi cabeza, llueve como cenizas de una gran boca humeante en el cráter de una idea, y sobre eso, bajo aquello, sobre todo, el miedo, el terrible miedo, con una cola tan larga que deja siempre la puerta abierta, y cuidado, que entre la niebla aparecen demonios peores, se escabullen, y solo ves sus ojos, brillantes, entre la incertidumbre, el mundo estático, se quedo perdido, "espantado".

Mi amada y odiada niebla

Entre la niebla me perdí, jamas imagine que me perdería de este modo, caminando, nadando en mi bote, sumergido hasta el cuello de fantasmas bestiales entre mis manos, dedos extraños, dedos extrañados y entre mis ojos, agua que no era de mal, ni de reír, ni re rió, ni de un salado mar.

Con la niebla hasta mis ojos y el agua hasta el cuello, ver me era difícil, sentir era complejo y cuando arribé a la costa del deseo, dádiva fuiste en tu absoluto silencio, entregado al presente que no era un regalo, me obsequiaste lo que te pedí sin mediar vocablo y no quise aceptarlo, y no quise recibir lo dado, y de pronto en la niebla estuve abandonado.

Arribé, tan rápido que me caí de bruces, y sentí la tierra, llena de regalos agridulces, la sangre que de mi mano corría libre era la señal de mis fantasmas que habitaban el lago. Después de ver brillar un sol por cuatro edades, se apagó para mí. Tinieblas. Manglares. ¡Me di cuenta tarde! , el sol se apagó, me congeló, la niebla viene corriendo a raudales.

Niebla, amada y odiada niebla, escondido entre tus brazos y asfixiado con tus manos.

Mar, precioso te miro desde lejos, desde cerca me hundes en los recuerdos

Ojos, pozos de ingenuos, caídas libres y tumbas de faraones un poquito eternos.

Espérenme en la vida de quinto sol, todos juntos, contigo Yin y Yang los dos.
Luna y sol, bien y mal, niebla y luz, pero es tarde, pero. Pero nada más. 


martes, 22 de enero de 2013

El sueño de la existencia

Desperté ese día sin  imaginar lo que viviría, fue muy extraño lo que sucedió entonces, lo recuerdo como si hubieses sido mañana, si, eso dije, mañana.
Son las tres am y despierto asustado, un extraño ruido inundó mi pieza, al momento de levantarme estaba fuera de mi cuerpo, y sucedió lo que un día imaginé, había muerto. Intente no asustarme, intente conversar conmigo e imaginar que era otra "parálisis de sueño", no fue así.  Luego me di cuenta que mi cuerpo se levantaba y comenzaba el día que ya había pasado, entonces veía todo lo que hice e intentaba "hablarme", sin conseguir más que una desesperación inimaginable, entonces, pasaron muchos días, luego unos meses, me volví loco, soñaba despierto y me veía avanzando, cuando lo único que sucedía era un inevitable retroceso, así pasaron diez años.
En la absoluta locura, eran pestañazos de cordura los que me hacían darme cuenta que la vida que estaba viendo era la mía, yo ahí, muerto, viendo mi pasado como una película en retroceso, y sin poder hacer nada, envejecía de loco y sin embargo mi apariencia era la de un niño. 
Todo era  extraño, mis padres se veían en esa película  entregando su vida en su profesión de padres, la que les agradecía desde mi tumba del silencio. A esa altura, y en la dimensión que estaba, habían sido diez años de película y trecientos años de "realidad", o algo así , la locura era pasado, una extraña sabiduría de la soledad se apoderaba de mis tres entidades, mas, jamas pude identificar cual de los tres era yo. Una voz de esas tres, o una cuarta, me hablaba cuando ya era un anciano - niño pequeño-. No me movía por mi cuenta, solo pensaba , miraba mi película, indefenso, sin poder explicar lo que sucedía, y sentí mucho sueño, tanto sueño que comencé a soñar (hace más de quinientos años que no dormía y tenia un sueño) .
Lo recuerdo como si hubiese sido mañana, estaba ahí o allá, tal vez aquí o no se donde pero en un lugar siendo pura forma ,  inteligible, en el acto de pensar, y cuando la potencia se actualizo a su máximo , la iluminación  como una luz cegadora, una oscuridad tan absoluta como el campo en el que alguna vez fui feliz, me reveló que mi película estaba terminada, y volví a ser conciencia, y volví a ser una "separada existencia".
Estaba otra vez ahí, siendo yo, siendo aquel, siendo también él, y siendo ahora y aquí  una nueva persona, no pude olvidar eso que sucedió, fue cuando lo que sucedió se hizo humo y  me olvido a mi, así comprendí en la inconsciencia de la existencia que era momento de soñar antes de volver a despertar, sin embargo, jamas me lo dije, hasta ahora o hasta mañana.

Y en mi tranquila inconsciencia, existí una eternidad, y cuando ese instante pasó, fui.