Poetas que se adoran a sí mismos,
literatos que odian la realidad,
profesores que enseñan lo imposible,
y entre medio…un hombre que no sabe llorar.
profesores que enseñan lo imposible,
y entre medio…un hombre que no sabe llorar.
Palabras que no se pueden conjugar,
y el intento de aprender a escribir la fantasía
¡enséñenme si es posible,
y tal vez este hombre pueda llorar!.
y el intento de aprender a escribir la fantasía
¡enséñenme si es posible,
y tal vez este hombre pueda llorar!.
Ayer él miró a sus ojos
de empalizado vidrio brillante,
escondió la receta de una pastilla,
y sus ojos se humedecieron al recordarle.
de empalizado vidrio brillante,
escondió la receta de una pastilla,
y sus ojos se humedecieron al recordarle.
¿Qué será de ella, qué fue de mi?
fue de ellos ese pequeño suspiro…
ese que le pesa cuando va a dormir.
Un remedio para los males dirás,
una cura para sanarle,
para sanarte y para evitar que pensemos en nimiedades.
fue de ellos ese pequeño suspiro…
ese que le pesa cuando va a dormir.
Un remedio para los males dirás,
una cura para sanarle,
para sanarte y para evitar que pensemos en nimiedades.
¿Y por qué no pudo tenerte? ¿Por qué no
estás en sus recuerdos?
y de él fue el suspiro, cuando se alejó por completo
escondiendo un sueño, revelando su angustia,
panacea que no cura en lo absoluto,
una fantasía sin palabras, una que se aprende con la culpa.
y de él fue el suspiro, cuando se alejó por completo
escondiendo un sueño, revelando su angustia,
panacea que no cura en lo absoluto,
una fantasía sin palabras, una que se aprende con la culpa.
Y nos perdemos, nos odiamos, amándonos en hojas
de un árbol olvidado.
Y un poeta que adora las palabras duerme,
un escritor que odia su fantasía muere
un profesor que no logra aprender cede,
un hombre que llora y no quiere reconocer que aun le duele.
un escritor que odia su fantasía muere
un profesor que no logra aprender cede,
un hombre que llora y no quiere reconocer que aun le duele.
Algunos se dicen poetas sufriendo con algunos versos,
otros se dicen literatos y se inventan un cuento,
otros enseñan para olvidar la culpa, hablando hasta olvidar la angustia,
y otros simplemente son hombres, otros simplemente mujeres...
otros miran de reojo, miran de espaldas, y ríen, lloran, ¿quién sabe?
y en la nimiedad del hombre nuestras preguntas se disuelven.
otros se dicen literatos y se inventan un cuento,
otros enseñan para olvidar la culpa, hablando hasta olvidar la angustia,
y otros simplemente son hombres, otros simplemente mujeres...
otros miran de reojo, miran de espaldas, y ríen, lloran, ¿quién sabe?
y en la nimiedad del hombre nuestras preguntas se disuelven.