domingo, 30 de marzo de 2014

Las Nimiedades del Hombre

Poetas que se adoran a sí mismos,
literatos que odian la realidad,
profesores que enseñan lo imposible,
y entre medio…un hombre que no sabe llorar.

Palabras que no se pueden conjugar,
y el intento de aprender a escribir la fantasía
¡enséñenme si es posible,
y tal vez este hombre pueda llorar!.

Ayer él miró a sus ojos
de empalizado vidrio brillante,
escondió la receta de una pastilla,
y sus ojos se humedecieron al recordarle.

¿Qué será de ella, qué fue de mi?
fue de ellos ese pequeño suspiro…
ese que le pesa cuando va a dormir.
Un remedio para los males dirás,
una cura para sanarle,
para sanarte y para evitar que pensemos en nimiedades.

¿Y por qué no pudo tenerte? ¿Por qué no estás en sus recuerdos?
y de él fue el suspiro, cuando se alejó por completo
escondiendo un sueño, revelando su angustia,
panacea que no cura en lo absoluto,
una fantasía sin palabras, una que se aprende con la culpa.

Y  nos perdemos, nos odiamos, amándonos en hojas de un árbol olvidado.
Y un poeta que adora las palabras duerme,
un escritor que odia su fantasía muere
un profesor que no logra aprender cede,
un hombre que llora y no quiere reconocer que aun le duele.

Algunos se dicen poetas sufriendo con algunos versos,
otros se dicen literatos y se inventan un cuento,
otros enseñan para olvidar la culpa, hablando hasta olvidar la angustia,
y otros simplemente son hombres, otros simplemente mujeres...
otros miran de reojo, miran de espaldas, y ríen, lloran, ¿quién sabe?
y en la nimiedad del hombre nuestras preguntas se disuelven.

miércoles, 26 de marzo de 2014

Me hizo llorar

Vi cosas que jamás imaginé,
observé el mundo con los ojos de otro,
alcancé los montes más elevados y los abismos más profundos...
Mi espíritu se regocijó en aquello,
¿he contado de la vez que pude ver lo invisible?
así es, y me siento orgulloso.
me llevó menos tiempo del que imaginé
me llevó más espacio del que jamás tuve que proporcionar,
¿les he contado la vez que fui viejo?
uff fue solo un momento, luego fui un joven poeta y después de un campo señor.
¿ les he contado la vez que me nací dos veces?
Fue impresionante y me llevó menos de dos minutos.
¿les he contado la vez que me destruí  para fundamentarme?
¿les he contado?
hay un sin fin de historias, y no son solo mías,
estoy destruido de verdades, en ruinas de certezas pasadas
mi alma se refugia en las dudas y se alimenta de inquietudes,
¿no es acaso la mejor inquietud la crece dentro de mi,  la que duerme en mi indigencia intelectual,no es acaso el mundo un sin fin de realidades que me superan, que me hacen llorar, que me hacen sentirme pobre, que hacen ver que aun no he visto nada?
el mundo me hizo llorar, y tuve la capacidad de asombrarme de mi llanto...
pude llorar, pude ver lo invisible !!, maestros que duermen en el sueño de la bella noche, del romantico despertad de los arboles que vieron hace años, mirenme, estoy vivo, estoy viendo a los ojos la realidad, estoy gozando de mi yo, estoy aquí, estoy allá, estoy por fin aquí... eso y mucho más, eso y nada más, eso me hizo llorar.

sábado, 15 de marzo de 2014

Cuando gané mi título nobiliario

Y fue perdonado muchas veces, incluso reverenciado,
y lo abrazaban y ungían con aceites de alto valor,
y aun mejor, comida digna para reyes de antaño,
oh ¡ era increíble como lograba aquel liderazgo.
Y fue amado, incluso por quien era indiferente y olvidado,
y lo miraban, sonreían, se sentían extasiados,
y aun mejor, cantaban en su nombre canciones que todos recordamos,
oh! Era impresionante como se sentía ese pequeño ser, ya no ensimismado.
y fue así como logró perdonarse muchas veces, incluso reverenciarse,
y te abrazó, y te ungió con aceites de muchísimo valor,
y aun mejor, te cocinó comida digna de una reina de tu nivel,
oh! Era increíble como lograbas aquel poder que me hacía explotar en llanto.
y fuiste amada, incluso por quien ya creía que te había amado,
y te miraba, te sonreía, se sentía enamorado,
y aun mejor, cantaba en tu nombre canciones de bardos y cuentos que tolkien hubiera querido hacer,
oh! Era impresionante como se sentía ese mendigo, porque cuanto te amaba, se sentía un rey.