miércoles, 27 de marzo de 2013

Tiempo (s)

Me he dado cuenta, por fin, y más temprano que tarde
que mi camino de horribles piedras, es caudal irrisorio,
mentira verdadera, un eterno invento de un pensador loco,
y más tarde que temprano perdí de vista el horizonte y con mi nariz he chocado.

Es tarde, y la luz comienza a salir en el horizonte, muy tarde, demasiado
incluso creo que podría haber tardado menos el amanecer de la revelación,
pues para mi pesar y para mí, aquí estoy atareado, olvidando,
recordando, para ti un tiempo, para mi el espacio.

Me he enterado, pues llegué tarde a esta reunión,
que no he sido invitado sino como un estúpido anfitrión, y lo detesto,
lo ignoro, tanto así que me pongo a mirar entre las migas de mis lentes rotos,
y veo lejos unos bultos que no se mueven, pero que parecen venir a decirme, toc toc, he llegado.

Es tarde, la noche cae sin avisar y mi espalda no soporta más su fuerza,
estoy con los brazos agotados y las piernas hinchadas de tanto descansar,
por fin me alcanzaste, digo, maldición me alcanzaste, corriste más rápido que nadie,
y nadie.... nadie dijo nada, nadie dice algo, el tiempo en su silencio me dijo cuando me pasaba
- nos vemos al final del camino. -
a lo que respondí.
Dame tiempo.

Me he puesto a pensar en las vicisitudes de este extraño parámetro transversal
y concluyo que no soy el único hombre al que el espacio decide sin tiempo dejar.
Mírate, el cambio, el devenir, donde hemos llegado, pero es tarde, demasiado tarde
perdí demasiado, pero he comenzado el tiempo a disfrutar  sin tiempo, pero, bueno, pero esta palabra vuelve al todo a negar.